MARZO 2014
Se afirma que la adolescencia es una dura etapa en la vida de los seres hermanos, depende del joven y del medio que lo circunda, además se encuentra supeditado a la solidez de la raíz y a la firmeza de la estaca que le sirvió de sostén.
Existen muchos que quieren torcer a ese todavía frágil arbolito. Estos son los poderosos representantes de la sociedad de consumo que hoy parece apoderarse de todo, incluso de la voluntad de los jóvenes. Los excesos están entre nosotros y debemos convivir con ellos. Por eso los frágiles arbolitos solo tienen la posibilidad de recostarse en las estacas o sea en los padres. Sólo ellos, a través de la comprensión de los problemas de sus hijos, llámense: falta de interés y voluntad, adicciones, poca afición al estudio, mal carácter, violencia, servirán de guía orientadora.
Bernard Shaw, el incisivo escritor irlandés decía que “la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo” para ello necesitan todo nuestro apoyo y comprensión, además de contribuir a que tengan fuertes raíces y sepan resistir las tempestades del futuro.
La Dirección.