JULIO 2013

01.07.2013 00:00
San Juan envió al Congreso de Tucumán dos diputados, Francisco Narciso de Laprida y Fray Justo Santa María de Oro, cuyos nombres recuerda la posteridad con veneración y gratitud al evocar la labor de esa histórica asamblea y a los hombres que con ellos proclamaron y juraron la Independencia Argentina.

Laprida presidió la memorable sesión del 9 de Julio de 1816 donde fue aprobada por aclamación el Acta inmortal.
El Congreso de 1816 cumplió en medio de trastornos, zozobras y peligros de todo orden, internos y externos, principalmente nombrar de Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón, para sellar nuestra independencia y desechar ilusorios proyectos monárquicos.
Y fue el día sin par.

- Juráis –
- Juramos –
La libertad. Los cielos por testigos.
Para todos los tiempos de la Tierra.
Para todos los siglos, argentinos.

Y Tucumán en esas horas
llovido estaba de azahares nuevos.
Una novia del sol era la patria
la dulce patria que el Señor bendijo.