Febrero de 2016
El perdón es un tema complejo y polémico del cual siempre se ocuparon la religión, la ética y la filosofía.
Las personas sanas son aquellas que disfrutan, ríen, se olvidan de las cosas desagradables y pueden perdonar las ofensas. Quién perdona tiene menores niveles de hostilidad, lo cual influye de manera positiva en su salud física y mental y en su calidad de vida. Por el contrario en el que perdure el rencor implica un alto costo para su sistema nervioso, cardíaco, el sistema inmune y el estado de ánimo.
Perdonar no es un sentimiento sino una decisión interna para beneficio propio y no un favor para quien causó un daño emocional. Es una saludable actitud para uno mismo ya que la resistencia del rencor coloca a la persona en una lucha constante contra el agresor y no implica un acto de generosidad.
También es saludable perdonarse a uno mismo. Sin duda perdonar y también pedir perdón ayudan a vivir mejor.